En Jalisco donde se desarrolló la Charrería con mayor auge en antiguas haciendas y rancherías debido a la mágica combinación con el mariachi, tequila y por supuesto el clásico traje de charro.

La charrería está registrada en la Comisión Nacional del Deporte y se practica en "lienzos charros" que son instalaciones especialmente diseñadas para su práctica y cuentan con establos, ruedo, partidero y gradería.

Los charros deben cumplir con un reglamento para la práctica de su deporte y el uso de su vestimenta. Cuentan incluso con un riguroso protocolo para iniciar las celebraciones y los encuentros entre equipos.

Se agrupan en asociaciones registradas en la Federación Mexicana de Charrería. Tales asociaciones son como "clubes" en los que se organizan los equipos para prácticas y competencias y en algunas ocasiones para reunir fondos para la construcción o la compra de instalaciones.

Con más de 70 años y Transmitiendo sus conocimientos de una generación a otra, la Asociación de Charros de Jalisco se esfuerza cotidianamente para conseguir la formalización de la enseñanza de la Charrería desde temprana edad y así sembrar sus principales valores: Tradición, disciplina, patriotismo, hermandad, sentido de honor y apego a la familia, mantienen viva la tradición y ofrecen espectáculos de gran calidad que incluyen faenas como el “floreo de la reata” hasta las suertes más peligrosas: “Jineteo de Novillo”, “Colas en el Lienzo”, Jineteo de Toro”, “Terna en el Ruedo” y el conocido “Paso de la Muerte”, entre muchas otras.

Con la misma precisión y belleza, las mujeres se han ganado un lugar dentro de este deporte enorgulleciendo a la fiesta con su majestuosa presencia. Las Escaramuzas Charras que son evoluciones coreografiadas, a galope o a trote ligero ejecutadas por mujeres que montadas en albarda de lado al estilo amazona y ataviadas con el traje de "Adelita" o de ranchera mexicana, compiten en equipos ganando por puntuación, han enriquecido la Asociación con su participación deportiva, además de su ardua labor en actividades sociales y culturales de promoción.

El traje nacional de México es el atuendo de “charro”, consta en realidad de: pantalón, saco, chaparreras, sombrero de ala ancha, camisa, botines y espuelas. Tiene varias categorías: de gran gala, de gala, de media gala y de faena. Por todo el mundo los grupos de mariachi, así como algunos cantantes folclóricos utilizan un traje parecido.

Cada año en una sede diferente, se realiza un Congreso Nacional de Charrería en el que se reúnen y compiten los mejores equipos y asociaciones. La imponente gallardía de los jinetes junto a la fina estampa de los caballos, ha convirtiendo a este deporte en una disciplina reconocida en Jalisco como en el resto de México y el mundo entero.

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