La cultura Huichol es sin duda una joya para Jalisco, respetar sus ideologías y su forma de vida debe ser argumento sin discusión, venerando la vida y la naturaleza como ellos lo hacen, atesorando las raíces y exaltando la magia de un pueblo lleno de colorido.
Entre paisajes escarpados y planicies habitan los indios Huicholes, cultura milenaria que conserva su lenguaje, costumbres y tradiciones. La artesanía del hombre Huichol se plasma en coloridos trabajos de manta bordados a mano. Visita las poblaciónes coloniales de Bolaños y su puente colgante, Colotlán con su Parroquia de San Luis, el Templo de Sán Nicolás y su fina y reconocida artesanía en carteras, cinturones y sillas de montar piteados.
Raíces marcadas en la tradición de un pueblo, conjeturas sobre su origen, misticismo en el encanto de su artesanía. Es el pueblo Huichol que permanece fiel a sus creencias en medio de la modernidad y de la tecnología, son ellos quienes preservan la historia en sus ritos, en su vestimenta y en sus rasgos orgullosamente mexicanos
Conocidos también como wixaricas, los huicholes viven en el norte del estado de Jalisco, en los poblados de Mezquitic y Bolaños, justo en el espinazo de la Sierra Madre Occidental; ahí, alejados del tumulto social y político, conservan sus ideales gracias a un peculiar aislamiento que los ha ayudado a conservar su organización social, sus festividades y su pureza racial.
El arte huichol
Usando la diminuta chaquira como pieza fundamental, sus mascaras y figuras de animales son reconocidas en todo el mundo, coyotes, venados, lagartijas, flores… todo es posible en su mundo de sueños. Apreciados también son sus collares y pulseras, así como las prendas de vestir (blusas, rebozos, camisas), ornamentadas con estambre y chaquira.
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